Comparto con ustedes este exquisito documental independiente, dirigido por Germán Doin (Argentina) de 24 años de edad, quien se auto declara "sobreviviente del sistema educativo tradicional" que, conviene señalar, se ha perpetuado a pesar de los múltiples escritos, investigaciones, discursos..., sobre el tema.
Este material pone, una vez más, en evidencia asuntos que sabemos pero poco procuramos cambiar en la educación de nuestros niños, jóvenes y, por qué no, adultos. Conceptos como igualdad, equidad, inclusión y otros, que campean en lo educativo, quedan al descubierto como grandes "mentiras" o espejismos que se asientan en el discurso de la escuela moderna. La educación que nació como una práctica libre del pensamiento, se ha convertido en un espacio propicio para la perpetuación de un proyecto de humanidad que, escasamente, le interesa el destino de las personas, dado que pone especial énfasis en los resultados, los contenidos y las competencias deseables, para un mundo que seduce con un mar riquezas que no corresponden, precisamente, al conocimiento o la sabiduría.
Sin pretender dar respuestas, el citado documental, nuevamente, pone en el escenario preguntas sobre la escuela de vieja data y que, debido a los "afanes" actuales y otros factores, han quedado baldías al punto que la distinción de ésta con espacios como la industria, la empresa, la prisión, no es muy notoria. Tal vez esta condena a priori, obedezca al énfasis puesto en lo que esperamos del otro y no en lo que a éste le interesa o apasiona.
Sin querer ir más allá, dejo este valioso material con el deseo que las conclusiones, una vez sea visto, inicien desde una mirada interior.
¡Saludos cordiales!
Este material pone, una vez más, en evidencia asuntos que sabemos pero poco procuramos cambiar en la educación de nuestros niños, jóvenes y, por qué no, adultos. Conceptos como igualdad, equidad, inclusión y otros, que campean en lo educativo, quedan al descubierto como grandes "mentiras" o espejismos que se asientan en el discurso de la escuela moderna. La educación que nació como una práctica libre del pensamiento, se ha convertido en un espacio propicio para la perpetuación de un proyecto de humanidad que, escasamente, le interesa el destino de las personas, dado que pone especial énfasis en los resultados, los contenidos y las competencias deseables, para un mundo que seduce con un mar riquezas que no corresponden, precisamente, al conocimiento o la sabiduría.
Sin pretender dar respuestas, el citado documental, nuevamente, pone en el escenario preguntas sobre la escuela de vieja data y que, debido a los "afanes" actuales y otros factores, han quedado baldías al punto que la distinción de ésta con espacios como la industria, la empresa, la prisión, no es muy notoria. Tal vez esta condena a priori, obedezca al énfasis puesto en lo que esperamos del otro y no en lo que a éste le interesa o apasiona.
Sin querer ir más allá, dejo este valioso material con el deseo que las conclusiones, una vez sea visto, inicien desde una mirada interior.
¡Saludos cordiales!
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Saludos.