A través del Fondo Nacional de Regalías del Ministerio de Hacienda se destinarán, próximamente a las regiones del país (Colombia), 790.441 millones de pesos, para el fortalecimiento de la ciencia, la tecnología y la innovación. Cobra interés cómo Colciencias -ente responsable de promover, entre otras cosas, políticas en CT + I- no tendrá injerencia en el manejo dado a los recursos, dado que serán las regiones las encargadas de éstos, una vez estructuren proyectos en estas áreas del conocimiento con el apoyo de universidades, empresas y gobiernos regionales. Por consiguiente, Colciencias se encargará solamente de evaluar las condiciones técnicas y científicas para la aprobación de dichos proyectos.
Bajo estas condiciones, es claro que Colciencias pierde protagonismo en este desarrollo, dado que éste es concedido a distintos organismos regionales que, valga la pena resaltar, saben muy poco de investigación, pero sí saben mucho de malgastar y defraudar las arcas del Estado. Esta particular situación, pone de presente cómo Colciencias cuenta con un alto grado de ineficiencia y falta de claridad en la formulación de políticas en Ciencia y Tecnología, a su vez, evidencia la actual política de Estado que se centra en tener a todo el mundo contento en aras de una supuesta “equidad”.
Los casi 800.000 millones de pesos que van a girarse estarían, entonces, en riesgo de caer en manos de los corruptos de nuestra amada patria, que no dudarán en inventar proyectos, propuestas y desarrollos de todo tipo, para justificar el gasto, más no el aporte cultural e intelectual en las regiones. Imaginemos, por ejemplo, departamentos como Chocó, Casanare, Atlántico y otros, donde, por un lado, los niveles de pobreza y violencia son altos, y, por otro, las universidades tienen incipiente presencia, factores que recrean el escenario perfecto para la desviación, malversación y evaporación de los recursos. Vale la pena preguntarnos: ¿Ese dinero de las regalías se invertirá adecuadamente en un país donde la investigación en Ciencia y Tecnología sigue siendo un sueño?
Como en los mejores tiempos del “Uribismo (2002-2010)” se avecina un Agro Ingreso Seguro (Asalto Indigno a la Sociedad), pero en el campo de la investigación científica y tecnológica.
Tomado de: Archivo Pedagógico de Colombia
Bajo estas condiciones, es claro que Colciencias pierde protagonismo en este desarrollo, dado que éste es concedido a distintos organismos regionales que, valga la pena resaltar, saben muy poco de investigación, pero sí saben mucho de malgastar y defraudar las arcas del Estado. Esta particular situación, pone de presente cómo Colciencias cuenta con un alto grado de ineficiencia y falta de claridad en la formulación de políticas en Ciencia y Tecnología, a su vez, evidencia la actual política de Estado que se centra en tener a todo el mundo contento en aras de una supuesta “equidad”.
Los casi 800.000 millones de pesos que van a girarse estarían, entonces, en riesgo de caer en manos de los corruptos de nuestra amada patria, que no dudarán en inventar proyectos, propuestas y desarrollos de todo tipo, para justificar el gasto, más no el aporte cultural e intelectual en las regiones. Imaginemos, por ejemplo, departamentos como Chocó, Casanare, Atlántico y otros, donde, por un lado, los niveles de pobreza y violencia son altos, y, por otro, las universidades tienen incipiente presencia, factores que recrean el escenario perfecto para la desviación, malversación y evaporación de los recursos. Vale la pena preguntarnos: ¿Ese dinero de las regalías se invertirá adecuadamente en un país donde la investigación en Ciencia y Tecnología sigue siendo un sueño?
Como en los mejores tiempos del “Uribismo (2002-2010)” se avecina un Agro Ingreso Seguro (Asalto Indigno a la Sociedad), pero en el campo de la investigación científica y tecnológica.
Tomado de: Archivo Pedagógico de Colombia
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