Como es sabido por muchos de ustedes en la actualidad el gobierno nacional, a través del Ministerio de Educación Nacional, ha lanzado un documento preliminar de propuesta de reforma de la Ley 30 de 1992. En otra ocasión tuve la oportunidad de compartirles mis percepciones al respecto de una manera muy general y dejando, obviamente, muchos aspectos por tocar. En este momento considero preciso contarles que en medio de este momento histórico son más los silencios que las voces. Por un lado, la Ministra de Educación ha "reconocido" que esta propuesta de Ley no soluciona estructuralmente el financiamiento de las universidades públicas y desconoce cómo en el presente estas tienen que buscar casi el 50% de dichos recursos económicos por sus propios medios. Así mismo, insiste en la tesis de que la manera para subsanar las finanzas de este sector educativo es mediante la inversiones que hagan los empresarios del sector privado.